“Llama mucho la atención el grado de hipocresía y la actitud de falso tribunero del presidente, ya que él fue uno de los precursores –sino el precursor- de quitar el público visitante de los estadios cuando era presidente de Boca. Y lo hacía con un discurso demagógico como el actual, diciendo que `para qué vamos a alimentar a los equipos chicos, que cada vez que Boca va a sus estadios nos cobran una fortuna por las plateas…`. Y esto lo compró mucha gente, cuando en realidad el objetivo de él era ir sacando los visitantes del fútbol de a poco”.

En diálogo con Radio 10, Bilancieri reconoció que “el público le da un porcentaje de colorido al clásico. Pero en boca de Macri esto genera muchas dudas -como quien dice, `en boca del mentiroso, lo cierto se hace dudoso`-. Y si realmente tienen tanta preocupación – porque el público está desesperado, o a él le quita el sueño este clásico-, ya mismo habría que exigirle que disponga que se pase el partido por la TV pública”.

Consultado sobre los dichos del presidente sobre Marcelo Gallardo (de quien dijo que era un `culón`), Bilancieri señaló que “hay que ocuparse del fútbol, no de eso. Que Macri se ocupe de los cánticos de todas las tribunas de todas las canchas, si se quiere hacer el tribunero… Ese es el sentir del público del país y del fútbol, que lo manifiesta con los cantitos que él conoce bien. Cuando se hace el tribunero… no le queda bien, él no sirve para eso. La demagogia que tanto denuncia lo llevó a decir esta estupidez sobre el público visitante, cuando sabe que es impracticable, que motivó reacciones muy dudosas, como los incidentes que es provocaron en la cancha de Quilmes -donde jugó River y se dio algo bastante extraño, justo antes del superclásico, como diciendo `vieron que hay un lío bárbaro, no están dadas las condiciones para habilitar al público visitante`-.

Demagogia para la tribuna
“Todo lo que quieren hacer demagógicamente o tribuneramente les queda mal –remarcó Bilancieri-. Empecemos por recordar el “Fútbol para todos”, que teóricamente no lo iban a tocar… Da bronca. Indigna tanto que no hay que dejarle pasar una. Porque en los momentos que está pasando el país, que el presidente de la República se ponga a agredir a Gallardo de esta manera tan burda y berreta, me parece que no está bien… Las cargadas son parte también del folklore, uno las hizo y las recibe, pero siempre en el marco del respeto. Y una cosa es que la haga un socio común, y otra el presidente, que tendría que tranquilizar las aguas, como han hecho los dos presidentes de los clubes con algunos gestos que han tenido”.

Bilancieri destacó que los clásicos siempre se viven intensamente: aparecen los memes, las cargadas…., antes y después. Pero todo tiene un límite. En el marco del respeto uno puede bromear, hacer apuestas, reírse, burlarse… Pero hay que mucho tener cuidado y no incentivar de tal manera que luego ocurran hechos como el de la semana pasada en la 9 de julio, en el que mataron a un muchacho…”.

“Ojalá de a poco pueda volver el público visitante, con una política de integración –indicó Bilancieri-. Porque es parte importante del espectáculo del fútbol. Pero en el caso de Boca instaló una tribuna entera para los famosos socios adherentes… Y esa gente durante muchísimo tiempo estuvo haciendo colas para entrar. ¿Cómo se hace ahora para sacarlos y para poner el público visitante? Estas son cosas que no se han pensado”.

Creadores de un monstruo

Consultado sobre cómo lo ve a Macri, y si cree que le gusta más ser presidente de Boca o de la Nación, Bilancieri fue tajante: “No sé qué le gusta más. Creo que no estaría capacitado para lo que está haciendo, ya que mintió descaradamente… Para qué volver a hablar de todas las barbaridades que se están produciendo en el país… Y como presidente de Boca tiene un concepto que no nos conviene mucho: el es otro de los que también trae en la manga el tema de las sociedades anónimas. Por eso digo que se dedique a ser gerente de alguna empresa del papá, sin hacer ninguna transgresión de las normas, pero que siga por ahí… Me arrepiento muchísimo de haberlo acompañado en la primera gestión: por esas cosas de la política yo personalmente reconozco que teníamos un enfrentamiento con la gestión de Alegre y de Heller, y ahí pagamos el costo de votar con la bronca. Me arrepiento muchísimo. Fuimos los creadores de un monstruo que ahora quién sabe a dónde nos a llevar… Yo me hago cargo, y digo que lo que se vota por odio, nunca trae buenas consecuencias”.

Fuente: www.gustavosylvestre.com