Esto llega despúés de que el ex jefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina reconoció este jueves ante el juez Claudio Bonadio haber recibido de varias empresas del rubro de la construcción dinero negro para financiar la campaña electoral del Frente para la Victoria del año 2013.

El ex funcionario y su secretario Martín Larraburu aparecen mencionados en los cuadernos de Oscar Centeno, el chofer del detenido ex subsecretario de Coordinación del Ministerio de Planificación, Roberto Baratta, mano derecha de Julio De Vido. "Lazarte y Hugo Martín Larraburu retiran dinero en una oficina de Puerto Madero para luego llevárselo a Juan Manuel Abal Medina", escribió el remisero en los cuadernos que investiga la Justicia.

A través de un escrito que presentó en Comodoro Py, Abal Medina remarcó: "Quiero expresar de modo enfático, que ningún delito he cometido durante mi gestión al frente de la Jefatura de Gabinete".

Y agregó: "No solo no he cometido personalmente delito alguno sino que tampoco he siquiera participado, mucho menos permitido y/o conocido alguna de las maniobras que como delito se han descripto a lo largo de este sumario". "Desde ya que niego haber tomado intervención y/o conocido lo que se sintetiza como una organización para recaudar fondos ilegalmente y utilizarlos también para esos fines", completó.

 añadió: "La informalidad señalada no me hizo en ningún momento dudar o siquiera sospechar de la legal procedencia de esos fondos, ni era mi deber conocer su forma de recaudación, su declaración, y en ese momento ni siquiera se me informó –cuestión que aún desconozco– los montos exactos que se enviarían, y mucho menos la frecuencia de ello".

En otro tramo del texto, reconoció que, bajo su instrucción, Larraburu "pudo haber ido con alguno de los vehículos que se mencionan en ciertas de las oportunidades referidas a encontrarse con Roberto Baratta, Nelson Lazarte o a quien aquel asignara la tarea de entregar esos aportes y/o documentos o materiales destinados a la campaña".

"Al no tener quien suscribe tanto como Larraburu –siempre por vía de hipótesis–, alguna relación con el origen del supuesto dinero, ni con los aportantes, su eventual entrega desde sus dueños, su recepción informal, la declaración o falta de la misma, y su distribución y/o utilización concreta para una campaña electoral local podría, tal como ya dijera –y en el peor de los casos–, desobedecer ciertos formalismos de naturaleza electoral que deben cumplir los aportes de particulares a los partidos políticos, pero en ningún caso significa participar en ninguno de los graves delitos investigados en esta causa", se lee en otra parte de la presentación.

"No participamos ni contactamos personas o empresas pidiendo o recibiendo de estas suma alguna; desconocíamos quienes, cómo, dónde y por qué entregaban dinero, más allá de la presunción de que eran aportes voluntarios como se me había indicado; y no obtuve rédito personal de esto, sino que fueron en su totalidad entregados a Mazzón para los fines propios de las campañas electorales que se avecinaban en ese momento", alegó el ex funcionario.