La causa de los Cuadernos, calificada como "la más importante de la historia", sigue sumando notorias inconsistencias que la alejan del Lava Jato brasileño, supuesto modelo de la investigación que lleva adelante el juez Claudio Bonadio.

Al trato privilegiado que recibió el CEO de Techint, Paolo Rocca, ahora se suma una sospecha similar sobre Sebastián Esquenazi, dueño del un sistema de bancos que incluye los privatizados bancos de Santa Fe, Entre Ríos y Santa Cruz, entre otras empresas. Horacio Verbistky publicó en su sitio Un cohete a la Luna, una foto de Bonadio cenando con Esquenazi en el restaurante italiano La Pecora Nera de la Recoleta, junto a un tercer hombre no identificado.

No es un secreto que Esquenazi tiene una larga amistad con Bonadio, un dato que no tiene porque ser negativo salvo que interfiera con una investigación en curso. Hasta ahora el dueño del grupo Petersen no aparece mencionado ni en los cuadernos de Centeno ni en los sucesivos testimonios que se ofrecieron en la causa.

Sin embargo, el periodista Carlos Pagni sostuvo semanas atrás que esto es producto de un accionar específico de Bonadio y el fiscal Carlos Stornelli, para impedir que la causa sobre las coimas que cobró el kirchnerismo de jugadores del sector energético sometido a regulación del Estado, se extienda a los ex accionistas de YPF.

La decisión de Bonadio de creer en la inocencia de Rocca podría favorecer a Cristina

El principal punto flojo probatorio de la causa es la dificultad para encontrar los cientos de millones de dólares de coimas supuestamente cobrados por funcionarios del anterior gobierno para entregárselos a Néstor y Cristina Kirchner. Hasta ahora todos los esfuerzos en ese sentido -incluidas las sucesivas excavaciones en Santa Cruz- han sido infructuosos. No son pocos los que afirman que ese dinero eventualmente se canalizó a través del sistema bancario.

Por eso, Pagni sostiene que quienes puede conocer ese circuito "son los Eskenazi, a quienes curiosamente nadie llama". En su artículo, el periodista de La Nación incluso sostiene, según tres fuentes distintas, que en su declaración ante Bonadio el financista Ernesto Clarens los nombró. Pero alguien que Pagni no identifica dijo: "Si querés no estar preso y aparecer como arrepentido, tenés que sacarlos". Una recomendación que habría sido escuchada porque según Pagni "no figuran los Eskenazi en la declaración de Clarens".

La revelación de Verbistky se suma a otra similar publicadas semanas atrás. En ese artículo exhibió una foto de uno d elos principales asesores judiciales del presidente Macri, el abogado y director de YPF, Fabián "Pepín" Rodríguez Simón, con el camarista federal Martín Irurzun.

Martín Irurzún junto a Fabián Rodríguez Simón en el bar Biblos de La Recoleta.

El encuentro de Rodríguez Simón e Irurzun se produjo en el bar Biblos de La Recoleta, revelando que acaso los magistrados deberían obviar los bares y restaurantes de ese barrio para sus encuentros más delicados.

La revelación de esa reunión incomodó al gobierno de Macri, como acaso esta de Bonadio con Esquenazi le siente bien. Es que detrás de esta causa se viene librando una guerra fría entre el juez y la Casa Rosada, que no está para nada cómoda con la extensión de la investigación más allá de los límites del kirchnerismo, llegando incluso a involucrar a parientes del presidente como Angelo Calcaterra, en un vals que transita entre puntos de acuerdo y picos de tensión.

El gobierno apuesta a la Cámara Federal para "reencauzar" el expediente y por eso semanas atrás se aseguró en el Consejo de la Magistratura una serie de designaciones claves a ese nivel. 

Fuente: Lapoliticaonline