Mitchell Duke se subió a su General Lee, encendió el motor y, con su gol, también la ilusión de Australia. Luego del 1-4 ante Francia que hacía pensar lo peor, los Canguros derrotaron a Túnez por la mínima y se pusieron segundos en el grupo D. La clasificación está a un pasito...

Australia arrancó bárbaro. Va para el centro, pivoteo, se liberan los laterales, asociación. Así, de hecho, llegó el gol de Duke: el punta bajó hasta la mitad de la cancha, hizo jugar y picó hacia el área rival para definir de cabeza -casi con la nuca- y marcar el único tanto del cruce.

Todo lo bueno que hizo en la primera mitad, el conjunto oceánico lo desarmó en la siguiente. Los fantasmas del duelo con Francia hicieron su aparición cuando Australia se empezó a caer y Túnez, que había hecho poco y nada para levantar el partido, se hizo gigante. Por una resistencia tremenda cuando las piernas ya no aguantaban -hay que agradecerle al central Souttar, que hasta cortó un mano a mano-, los Canguros lograron aguantar y llevarse tres puntos valiosísimos.

Claro que estos tres puntos sólo serán de importancia si logra aguantar a Dinamarca -a las 13 se enfrentará a Francia- en la última jornada. Por ahora, Duke y su banda tienen más que permitido festejar.