"Por favor, Chiqui". Así, con el presidente de la AFA, Claudio Tapia, como destinatario principal, se llama el nuevo grupo de WhatsApp que aglomera las súplicas de todos los argentinos que están acá o que están por llegar a Qatar y no tienen entradas para la gran final del domingo. Hay desesperación por conseguir tickets. Da la sensación de que esta vez no alcanzarán las casi 90 mil butacas que tiene el estadio Lusail para tanta demanda.

Las entradas están agotadas en este momento. Pero es una forma de decir. Porque se sabe que entradas hay. O, mejor dicho, que habrá. A última hora del día en Doha, Clarín confirmó que se expenderá en los canales oficiales de la FIFA un remanente de 10.000 tickets, aunque no será solo para los hinchas argentinos, sino para todos los que quieran comprar.

En principio es una situación que suele suceder en este tipo de partidos, ya que hay muchos optimistas que sacaron entradas pensando que su seleccionado estaría en la final y ahora están dispuestos a recuperar su inversión. Sí, aunque estén Argentina y Francia, Lionel Messi y Kylian Mbappé, frente a frente, hay gente que ya no quiere ver la definición por el simple hecho de que su equipo quedó fuera de carrera.

El valor original de los tickets para final costaban desde 604 hasta 1.607 dólares. Y, en caso de que los remanentes aparezcan, se pueden conseguir por el mismo valor. El problema es que no solo hubo optimistas que sacaron entradas en forma preventiva. También hay oportunistas que se hacen con paquetes de entradas para hacer el negocio de sus vidas aprovechando la desesperación que genera la posibilidad de ser testigos de una posible vuelta olímpica de Messi y su fabulosa Scaloneta. 

Hinchas argentinos reclamaron la venta de entradas a precios oficiales para ver la final. Foto: captura de video.

Es entonces cuando entran en acción los revendedores, que por estas horas hacen valer al pie de la letra las leyes del capitalismo para sacarle la mayor renta posible a la inversión inicial. Y en este momento, las entradas triplican y hasta cuadriplican su valor en ese mercado ilegal.

​Hay un dato no menor. Todos quieren conseguir la entrada categoría 3 pero no porque se trata de la más barata, sino porque es la mejor ubicación. Son las butacas que están detrás de los arcos. Es por eso que en los grupos de WhatsApp, esos que se multiplican por decenas, todos quieren conseguir una entrada categoría 3.

El grupo de WhatsApp que se creó para conseguir entradas para la final de Qatar 2022.

Sin embargo, los hinchas argentinos no están para tirar manteca al techo. Nadie quiere pagar de más. Nadie tiene un mango de más. Saben que el juego de la especulación está a la orden del día, pero también saben que el que espera puede tener su premio. Se puede ir al estadio Lusail y cambiar roles con los revendedores. Sobre la hora se pueden acceder a tickets a precios muy similares a los oficiales.

Se asume un riesgo para cuidar la billetera. Pero también te podés quedar afuera y mirar el partido desde un bolichito del coqueto Lusail Boulevard. Pero también hay quienes no quieren quedarse afuera por nada del mundo. Es por eso que los fanáticos se organizaron y armaron este grupo de súplicas que se llama "Por favor, Chiqui".

Este jueves cerca de 300 personas se juntaron para manifestarse frente al Hotel Jaasim Tower, cerca de Souq Waqif. Allí se aloja Chiqui Tapia y la comitiva de la Asociación del Fútbol Argentino. Hubo reclamo masivo. Fue, tal vez, lo más cercano a un piquete que ocurrió en este pequeño emirato árabe bañado por las aguas del Golfo Pérsico.