Luego de lo que fue el Superclásico el pasado domingo contra Boca, la semana de River no inició de la mejor manera. En el día de ayer se confirmó la lesión de Robert Rojas, quien sufrió un desgarro en el isquiotibial de la pierna izquierda. Esto le trae varios dolores de cabeza a Gallardo, ya que hay pocas variantes para armar la defensa. A todo esto se le sumó en las últimas horas un nuevo caso de coronavirus en el plantel Millonario.

Federico Brandt, uno de los médicos que atiende habitualmente al grupo de jugadores, dio positivo al test de covid 19, por lo que ya fue asilado para transitar la enfermedad. No es el único que se infectó, ya que Eduardo Barrionuevo, dirigente que acompaña a la delegación en cada uno de los encuentros, también arrojó resultado detectable en el hisopado. Justamente ambos estuvieron presentes en La Bombonera el último fin de semana.

En las últimas horas el doctor comenzó a presentar síntomas leves, razón por la cual decidió someterse al estudio médico que finalmente arrojó resultado positivo. Si bien mantiene contacto con los futbolistas que están bajo el mando de Marcelo Gallardo, por el momento no hay señales que hagan pensar que hay algún infectado más. De todas maneras, en el día de mañana todo el plantel se someterá al habitual hisopado para despejar cualquier duda.

River fue uno de los equipos de la Argentina que mejor cumplió los protocolos desde que se reanudó la actividad tras la cuarentena que se dio el año pasado. Más allá de esto, a los últimos meses hubo casos de Covid positivo que generaron al menos preocupación, aunque no hubo que lamentar ninguna consecuencia grave. Por afuera del grupo de jugadores, el último que cayó en las garras del coronavirus fue el preparador físico Pablo Dolce.

En cuanto a los futbolistas, el primero en infectarse fue el arquero Ezequiel Centurión, quien debió sufrir más de la cuenta para volver a la actividad normal. Posteriormente Milton Casco tuvo que combatir con el virus, y semanas más tarde le tocó a Enzo Pérez. Ahora será momento nuevamente de cruzar los dedos para ver si el virus pandémico no atacó a otro miembro del plantel, pensando en el partido del sábado ante Godoy Cruz.

Fuente: El Intransigente