Tal vez caliente por el 0-2 abajo, Giovani Lo Celso metió un planchazo criminal a Azpilicueta que era roja y varias fechas de suspensión, aunque el árbitro no le sacó ni amarilla. Y eso que había VAR: al juez lo llamaron los que manejan la tecnología para que revise la jugada, pero no cambió su opinión y el argentino la sacó baratísima. Y el español también: no lo rompió todo de casualidad y pudo seguir jugando.