Tomás Abraham podrá haberse pasado la vida debatiendo sobre las más profundas esencias y problemas del ser humano, pero a la hora de lo que realmente importa, el filósofo de 71 años es una persona como cualquier otra. Se lo hace notar su esposa con un reiterado "¿¡¿otra vez viendo fútbol?!?". Sí, Abraham organiza su agenda diaria en torno al fútbol televisado, en especial el europeo, y desde la experiencia de miles y miles de partidos y jugadores vistos es cualquier cosa menos tímido en su entrevista con Infobae.

El profesor de filosofía cree que Marcelo Gallardo es un mal técnico, que Mauricio Macri, Daniel Angelici y Rodolfo D'Onofrio construyeron su poder apoyándose en los barrabravas y que, si no cambia, Lionel Messi le haría un bien a la Selección apartándose de ella. No entiende, además, la forma en que se vive hoy el fútbol en las canchas.

"Soy hincha de Vélez de toda la vida. Una vez invité a la cancha un amigo de Independiente, y él gritó el gol de Independiente. Y le pegaron. Yo eso no lo concibo. El típico hincha fanático es absolutamente ciego y tiene odio. Definirse a partir del rival es un clásico, lo que es nuevo es matarse".

-¿Se lo puede definir como un fanático del fútbol?

-Soy un fanático del fútbol, más que del deporte. Salvo el tenis, que me encanta verlo. Soy bastante fanático de la Selección, pero como hincha de Vélez no tengo enemigos. No tenemos adversarios, tuvimos que inventarlo. Siempre sufrimos por Velez, pero no sabíamos a quién odiar.

– Al no tener a quién odiar… ¿son mejores?

-¡Mucho mejores! No tenés ese odio idiota. Una vez Antonio Carrizo, que era de Boca, me dijo que no éramos un club, sino una mutual…

-¿Qué fue lo mejor y lo peor de este año en el fútbol argentino?

-Lo mejor del fútbol argentino… ¡Es que fue el año del Mundial! Eso fue lo peor. El equipo era pésimo, los jugadores eran malos, el técnico era malo… ¡Todo era malo! Malo desde hace mucho, y siguió siendo muy malo.

– ¿Todo malo? En ese equipo jugaba Messi.

-Sí, pero Messi, en la Selección, no hizo nada.

-¿Y el técnico, que llegaba con grandes expectativas?

-El técnico llegaba, pero se ve que no tiene algo sólido culturalmente hablando. Apenas llegó empezó a hacer demagogia populista muy barata, pero muy barata, y se supeditó enseguida a los intereses de la empresa Messi. Enseguida. Fue un empleado de la empresa Messi, nosotros esperábamos otra cosa. Yo mismo. Siempre lo veía tan nervioso y con tanta sangre a (Jorge) Sampaoli… Y pensaba que eso venía bien, después de tanta cosita, de (Edgardo) Bauza tan tranquilo, tan rosarino, tan despacito… Esa cosa lánguida. ¡Un poco de fuerza como la que tenía (Marcelo) Bielsa! Pero apenas llegó comenzó a sacarse fotos con el otro (Messi), con el rock nacional, con Callejeros… Una berretada. Y aparte no hizo nada, no modificó nada, dejó la misma estructura, la misma jefatura. Reforzó la sospecha de que había una lista de jugadores que tenía que poner.

 -Cuando dice "empleado de la empresa Messi", ¿a qué se refiere?

-(Piensa) La Selección, sin Messi, no le importa a nadie. A Adidas, a Nike, a Coca-Cola, a la televisión. No le importa a nadie. Con Messi le pagan mucho más, dependen de él. Lo único que puede hacer la AFA con (Claudio) Tapia al mando es depender de Messi. Dependen de Messi y de su papá. Ellos dicen si interesa o no, si se juega en Israel o no. ¡Y no puede faltar Mascherano! (ya retirado de la Selección). Si no lo quieren poner nos quedamos en Cataluña. Entonces, la AFA y Tapia dependen, para sobrevivir, de Messi. A Tapia solo lo bancan los del Ascenso, y si necesita un mango se lo va a dar Messi. No estoy diciendo ningún secreto.

-Parece que estuviera enojado con Messi…

-¡Pero claro! Porque la Selección es sagrada.

-Ya no.

-Para mí sí.

-Para muchos ya no.

-Yo soy hincha de la Selección, y yo quiero que Messi esté con la Selección, como estaba (Diego) Maradona con la Selección.

-Pero Messi ha estado siempre con la Selección, ¿dónde vio que no estuviera?

-Dónde vi que no está… Mundial 2014, Argentina juega contra Bosnia, el técnico es (Alejandro) Sabella. La primera conferencia de prensa tras ese partido, Messi lo desdice a Sabella.

-Sí, porque los jugadores pensaban que Sabella había sido excesivamente precavido contra un equipo como Bosnia.

-Bueno, con esa precaución llegamos a la final. Y te propongo ver la final, el tiempo suplementario de Argentina-Alemania, y que veas a Messi.

-¿Y qué ve?

-A un tipo parado los 30 minutos. Y (Rodrigo) Palacio pidiendo la pelota. Y él parado en la mitad de la cancha. Entonces decime, ¿Maradona llora en Italia y este está parado? Yo prefiero a Maradona.

-Son distintos, claramente.

-Pero no. ¿El corazón dónde está? A ver… El mismo grupo de jugadores selectos, esta generación que empezó en 2010, que perdimos 4-0 con Alemania, Maradona dispuso un 4-1-5. Mascherano en el mediocampo y cinco adelante. Di María, Maxi Rodríguez, el Pipa, Messi, Tevez... Llegar a la final de una Copa América para mí es un logro, perder con Chile por penales está bien. Pero a la Selección argentina no la veo jugar bien desde hace cuánto… La última vez fue el 4-0 sobre Estados Unidos en la Copa América de 2016. La pelota empezaba en el arco y llegaba al arco contrario. El técnico era (Gerardo) Martino. Pero el resto del tiempo Argentina no le pudo ganar a Venezuela como local. ¡Con Messi!

-Y ahora tenemos un técnico interino: Lionel Scaloni.

-Yo soy scaloniano.

-Scaloniano, scalonista… ¿Lo es? ¿Por qué?

-Absolutamente. Después del Mundial, del 3-0 Croacia, después de la goleada con Francia -porque fue goleada, si ese partido seguía media hora más era 8-3…-, ese famosos mediocampo de Biglia, Enzo Pérez y Banega de carreta… Yo no veía futuro, pero viene Scaloni y empieza a mostrar jugadores nuevos, empieza a mostrar recambio. Ejemplo: (Leandro) Paredes tiene un enorme talento, aunque es un poco pecho frío. Cuando se va de Boca era enganche adelantado, en el Zenit lo hacen jugar de cinco estático. El es un tipo que tiene que jugar más suelto, tiene mucho más talento. Sampaoli no lo tomó en cuenta, este tipo lo llama. ¡Y llama a otros que son leones…! Hay gente nueva, con ritmo y con ganas.

-Le parece bien entonces que siga hasta la Copa América…

-¡Claro! y es importante que mantenga su independencia de criterio respecto del messianismo.

-¿Está diciendo que sería mejor que Messi no juegue la Copa América de Brasil?

-Yo lo que estoy diciendo es que Messi dice que vuelve. Y él no es ningún novato, cuando dice que vuelve, es por algo. Pero la cinta de capitán la tiene que tener otro.

-¿No la tiene que tener Messi?

-No. Mascherano era un capitán, (Daniel) Passarella era un capitán. Messi no, no le discute al árbitro, nada.

-Está diciendo que si hay que idolatrarlo prefiere que Messi no vuelva a la Selección.

-No, que no vuelva. Que la Selección juegue. Se gane o se pierda.

-En cualquier país del mundo le dirían que Argentina está loca prescindiendo de Messi en la Selección.

-Sí, sí. Argentina no prescindió nunca de Messi en la Selección y jugamos para el orto.

-Se llegó a tres finales.

-Sí, a tres finales y jugamos para el orto. Mal. Esta Selección no juega bien. La de Corea/Japón con Bielsa dejó un buen recuerdo pese a la eliminación en primera ronda. Hace mucho tiempo que la Selección juega mal, y el principal defecto es que se inventaron un mediocampo de tortugas, y eso no existe. E insisten. Mascherano, en el 2006 era un 5 que iba y venía, no hay problema con él, la lucha. ¿Pero Banega, Enzo Pérez, Biglia y Mascherano? ¡No existe eso! Y no lo pudieron cambiar en años y años.

-¿Usted dice que los barrabravas son tropa de Macri y Angelici?

-¡Y claro! Si no, ¿cómo llegan a juntar esos votos? Si nadie vota… Para juntar esa masa de votantes…

-¿Lo mismo vale para River y Rodolfo D'Onofrio?

-¡También! ¿Por qué los barras están adentro? Porque ellos les ganan las elecciones, les ganan las elecciones. Entonces tienen una deuda clientelística. Esto que digo yo puede llamar la atención porque todos lo sabemos, pero no todos lo decimos. Como Argentina se marginalizó, como tiene una marginación social cada vez más grande que se expresa en exclusión, droga, violencia e impunidad, la presencia de la barra se hizo más salvaje. Antes era una barra más civilizada, incluso (Rafael) Di Zeo lo era, supongo. Hoy está totalmente loca. Cuando ves el escrutinio de River y cuántos votos representan el total de socios te das cuenta de que es cuestión de organizar a una fracción. Así se hacían las elecciones en los tiempos de (Julio Argentino) Roca y antes, esto es el caudillismo. Macri sabe perfectamente qué es esto, para ser presidente de Boca tuvo que meterse en el mundo de Boca, si es que ya no lo estaba. Un mundo en el que el dinero ayuda, fundamentalmente, y después… hay que protegerlos.

-O sea que esto no tiene solución…

-Nunca hay que preguntar eso, porque nadie lo sabe.

-¿Pero qué intuye? ¿Va a cambiar la Argentina?

-Claro, esa es la pregunta, si va a cambiar la Argentina, no la AFA. Yo espero que sí. Espero… Y sigo esperando. Pero ante la sensación fatalista yo soy muy, muy enérgico cuando hay algo bueno que aparece.

– ¿Y qué es eso bueno?

-Scaloni.

-Scaloni.

-Sí, eso. Me devolvió la pasión.

-O sea que lo que muchos ven como que nadie quiere hacerse cargo de la Selección, que Gallardo y Martino que no quisieron, que Guardiola huyó espantado de la mera consulta… ¿usted lo ve como un golpe de suerte?

-Me hubiera gustado que volviera Martino. Fue una pena. Era un hombre que tenía ideas y que estaba trabajando, no era fácil. Incluso con Tapia, que retomara. Es el único…

-¿Y Gallardo o Guardiola?

-¿Guardiola? Eso son operaciones de prensa.

 -A él le gustaría dirigir en algún momento a la Selección…

-Es que no sirve Guardiola.

– ¿No sirve?

-Porque él es un gentleman. Es como de Forbes, es un pashá en el Manchester City.

– ¿Y Gallardo tampoco?

-Gallardo me parece un mal técnico. Me tiene podrido.

-Va a ser difícil titular esta entrevista… ¿Por qué Gallardo le parece un mal técnico?

-Porque River juega siempre mal, porque compraron, él y su mentor (Enzo) Francescoli, horriblemente mal. Hay que hacer una lista de lo que compraron, una lista. Compró pésimo, juega mal y a veces pega una. Y claro, todos pegamos una alguna vez. Además es un tipo mal perdedor, lo arañó a (Roberto) Abbondanzieri frente a las cámaras de televisión, eso no se hace. No me gusta.

Fuente: Infobae.com