Una mujer -identificada como Li Jiem de 38 años- viajó en avión para para regresar China luego de haber visitado a su familia en los Estados Unidos. Sin embargo, al momento del viaje portaba la enfermedad pero la ocultó. El 1 de marzo tuvo fiebre y a partir de allí vio varias veces al médico, pero no mejoró. Durante ese tiempo, además, algunas de las personas de su entorno fueron diagnosticadas con coronavirus.

El 11 de marzo, esta mujer volvió a acudir al mismo hospital estadounidense donde se hizo un test de coronavirus. Sin embargo, decidió tomó su vuelo de retorno con su esposo e hijo antes de obtener el resultado de la prueba. Consumió medicamentos para la fiebre y no le dijo nada a la tripulación del vuelo para poder viajar de igual manera.

Tras comprobar que la mujer había viajada contagiadas, provocó que los 63 personas que tuvieron contacto con ella durante el vuelo -incluido azafatas y piloto- tuvieran que realizar la cuarentena. A los tres días después de la llegada a China, el esposo de Jiem también dio positivo de coronavirus.

Todas las pruebas fueron presentadas por la fiscalía en el Tribunal Popular de Beijing del distrito de Shunyi, que la condenó el pasado 15 de octubre a un año de prisión efectiva y luego un año de libertad condicional.

De acuerdo al Tribunal Popular de la capital china, la condena que obtuvo Jiem fue por el delito de “obstaculizar la prevención de enfermedades infecciosas”, al haber incumplido la normativa del país para la pandemia.

Fuente: Radio Mitre