Las autoridades intentan establecer si el sangriento suceso registrado este jueves, en un supermercado chino, en la localidad bonaerense de Benavídez, en el partido de Tigre, donde un comerciante y un custodio del lugar padecieron heridas de bala, no estuvo ligado al accionar de mafiosos orientales, tal como se creyó en un comienzo. Los investigadores no descartan que en el local hubiera una empleada que, escasos días atrás, habría ingresado a la Argentina procedente de Asia y que se sospecha no habría realizado la cuarentena destinada a prevenir la propagación del coronavirus. En base a esta hipótesis, se presume que el atacante sería un habitante del vecindario, quien habría actuado por venganza.

Voceros revelaron a cronica.com.ar que el hecho se produjo cuando un individuo entró armado a un supermercado chino denominado El Siglo, situado en el cruce de la Ruta Nacional 9 y la ruta provincial 27, donde padecieron heridas un comerciante chino, identificado como Ke Goucheng, de 33 años, y un vigilador del establecimiento, llamado Ariel David Mendoza, de 42.

De acuerdo a lo manifestado por los informantes, los pesquisas no descartan que la agresión haya sido consumada por un sujeto que se presume habría obrado por venganza, ante la posibilidad de que una de las empleadas del negocio no se hubiera sometido a la cuarentena por el coronavirus, tras haber entrado al país desde una de las naciones que son catalogadas de muy alto riesgo por los funcionarios a cargo de llevar a cabo los diversos controles sanitarios.

Trascendió que el solitario atacante comenzó a efectuar disparos sin mediar palabra contra los trabajadores y que en poder de Mendoza (que no pertenece ni participó en ninguna fuerza de seguridad) se incautó una pistola Bersa Thunder 9 milímetros, que no habría logrado utilizar.

Fuente: Crónica.com.ar