El COVID-19 avanza en Argentina a una gran velocidad con las variantes Delta y Ómicron a la cabeza. Mientras tanto, el país sigue batiendo récords de contagios desde el inicio de la pandemia y alcanzó, tal como informó el Ministerio de Salud de la Nación durante la jornada de este martes, un total de 134.439 nuevo infectados. Más allá de esto, la preocupación pasa principalmente por la ocupación de camas de terapia intensiva que sigue duplicándose cada 15 días.

El 30 de diciembre del 2021 fue la primera vez, después de varios meses, donde se superaron las mil personas ingresadas en establecimientos del sector público y privado a causa de la enfermedad. Los porcentajes de ocupación oscilaban entre 35% y 36% en AMBA y Nación. A partir de ese momento, los números no pararon de subir: 1.009 el 31 de diciembre; mientras que una semana después, el 7 de enero, el número creció a 1.680 y los porcentajes entre 37% y casi 39% respectivamente.

Actualmente, solo cuatro días después, la cifra de internados llegó a 2.084 y después de más de tres meses, los porcentajes en UTI llegaron a 40% y 41,4% en Nación y AMBA. "Esto puede ser una tendencia, creemos que es así y que va a ir subiendo. Piensen que los pacientes en terapia intensiva con COVID-19 entran para el día 8 o 10", había avisado Carina Balasini, titular de la Regional AMBA de Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI).

Recordemos que, por ejemplo, según información del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, el 65% de las camas de terapia intensiva ocupadas en dicha jurisdicción son personas no vacunadas durante esta tercera ola. "Solo el 5% de los porteños y las porteñas, mayores de 18 años, no está vacunado o no completó el esquena", afirmó el ministro de sanidad, Fernán Quirós. Si bien lo casos aumentan y los números parecen críticos, el alto grado de vacunación es clave para que haya menos gravedad en los cuadros.

Fuente: El Destape