Lo que hace una semana parecía improbable, dejó de serlo. El Gobierno incluyó en su menú de opciones, frente al rebrote de casos, una alternativa dura: un toque de queda nocturno que un funcionario nacional de primera línea tradujo como "cerrar la noche".

Con los datos de contagios de los últimos días pero sobre todo por las proyecciones de lo que viene en el corto plazo, Alberto Fernández incorporó opciones que hace apenas una semana eran inconcebibles y que ahora están en el cajón de arena de Olivos a la hora de evaluar medidas para amortiguar una nueva crisis.

Frente a lo que en Gobierno consideran un anticipo de la "segunda ola" -que en otro momento tanto en Nación como en CABA esperaban para febrero-, Fernández analiza medidas "duras" con el objetivo de reducir los dos principales componentes del aumento de contagios: la alta circulación y las aglomeraciones, sobre todo nocturnas. "No hay otra receta: en todo el mundo, cuando hay un pico, lo único que funcionó fue restringir la circulación de gente que es la única manera de reducir la circulación del virus", apuntó una fuente oficial.

Pero la variable de un toque de queda nocturno, es decir, un tope horario para restaurantes y locales nocturnos, dispara otro análisis: el riesgo de una desobediencia social frente a una decisión oficial. Aunque hay contactos permanentes entre las autoridades sanitarias, para este lunes se prevé un encuentro y no se descarta que haya una reunión de primer nivel, de mandos políticos, para analizar un paquete de medidas.

En un sector del oficialismo, advierten que las medidas deben tomarse rápido, "cuando antes", para frenar la expansión de los contagios y porque "van a empezar a decir que el gobierno no hace nada". Fernández, que estuvo con Axel Kicillof el fin de semana de año nuevo en Chapadmalal, conversó el miércoles pasado con el jefe de Gobierno porteño Horario Rodríguez Larreta, y a la hora de tomar una decisión extrema retomará el funcionamiento de la mesa tripartita del consenso COVID.-19.

Larreta parece menos apurado: un funcionario de su entorno dijo que esperarán los datos de esta semana y evaluarán las curvas el viernes para tener una "panorama más claro". ¿Por qué aumentaron los contagios informados en CABA? "Mas testeos, retraso en la carga de resultados, un poco más de contagios", respondió el funcionario larretista. 

"La noche está fuera de control, los jóvenes no respetan nada. y la fiscalización es muy floja. Algo hay que hacer pero es una decisión política porque puede enfrentarse a una rebelión social muy fuerte", dijo una fuente del gobierno nacional a elDiarioAR.

El plan de "cerrar la noche" involucraría a las fuerzas de seguridad nacional, provinciales y municipales, para hacer cumplir una disposición de esa naturaleza. En algunos territorios, como distintos puntos del conurbano, en todo momento fue complicado hacer cumplir la cuarentena, salvo las primeras dos o tres semanas.

"Es irreversible", confió el funcionario respecto al aumento de casos y a la necesidad de tomar medidas de restricción. Los matices están en torno al cuándo y, en parte, al cómo: en estos días, se analizarán las tendencias y, si se confirman, podrían disponerse algunas medidas iniciales.

"Como primer paso, se van a aumentar las fiscalizaciones, para que cumplan los protocolos, y habrá más control policial", aseguró otra fuente nacional a este diario y planteó que con la curva en ascenso habrá "medidas duras" aunque, ante la consulta, evitó confirmar si podría ser un toque de queda o no.

Desde Chapadmalal, Alberto Fernández llamó "a la reflexión a todos y que todos tengamos presente que la pandemia no se terminó", apuntó que en "el momento de distensión del verano uno se olvida que hay una pandemia circulando y se descuida" y, a la vez, apuntó que "los que más se descuidan son nuestros jóvenes". 

El foco se concentra ahí: más allá de las reuniones familiares por fin de año, el dato que más preocupa es la intensa actividad nocturna, las aglomeraciones y la ausencia de medidas de prevención sanitarias en las actividades nocturnas, en particular de los jóvenes.

El repunte de casos, que arrancó en la segunda semana de diciembre, se consolidó y tuvo a fin de mes dos días con más de 11.500 casos, una cifra que remite a los primeros días de diciembre. El 31 de diciembre la Ciudad notificó un número casi récord de 2.146 casos en 24 horas, entre residentes y personas que ingresaron a la capital argentina.

La advertencia oficial, y de los expertos, es la de siempre: lo que comienza en CABA luego se replica en otros territorios, primero en el conurbano próximo, el primer cordón, y luego en el segundo y tercer cordón, a la vez que se registra en las ciudades del interior del país.

"Si se agrava la situación, vamos tener que poner medidas que bajen la circulación y las aglomeraciones. Ahora hay que aumentar la fiscalización y presencia policial", explicaron desde el gobierno a este diario. "Los equipos de Salud están analizando todo. Mañana (lunes) vamos a estar en contacto con las autoridades, aunque aún no hay reunión de autoridades", agregó.

En las consultas entre funcionarios y expertos aparecen, además, los modelos que se ensayaron en otros países. El más repetido es disponer cuarentenas rígidas, focalizadas territorialmente y por un tiempo determinado. Si el rebrote fuerte es en CABA, podría aplicarse una medida en el AMBA para frenar la expansión.

Hoy se notificaron 5.884 nuevos casos en todo el país, por lo que el total de positivos asciende a 1.640.718. De ellos, 690.383 corresponden a la Provincia de Buenos Aires y 176.495 a la Ciudad. Los muertos por Covid-19 en Argentina suman hasta ahora 43.482.

Fuente: El DiarioAr