La situación de Bélgica frente al coronavirus es curiosa: es un sistema sanitario que no se ha desbordado y tiene menos muertes que muchos otros países, sin embargo, posee la tasa de mortalidad más alta del mundo.

De hecho, según la Universidad Johns Hopkins de Estados Unidos, en Bélgica mueren 62 enfermos de coronavirus por cada 100.000 personas.

Esto ocurre por la forma en que ese país contabiliza los fallecimientos, contando muertes confirmadas y también sospechosas de Covid-19, incluyendo las muertes en hogares de ancianos.

Ese sistema ha generado críticas entre los expertos y también desde los funcionarios de la salud, quienes en una visita a un hospital le dieron la espalda a la primera ministra, en forma de protesta.

Javi Sánchez Glez. on Twitter

Fuente: The Clinic